Camina la noche, lenta y turbia,
pensativa...
despierta las aves a su paso lento,
y despacio...
y miran los árboles llorones con ojos...
de espanto.
Se tiñe de negro se viene la niebla,
de blanco satén, oscuro terciopelo.
La luz que se pierde a lo lejos
se extingue, se apaga en deceso.
Se vislumbra la muerte en guadañas,
sentencia...
los filos que cortan, que hablan,
mancillan...
tu hora se acerca, quizás la mía,
se acaban.
Camino en sueños sonámbula de amor,
bendita la noche que clama al negror,
te quiero, te digo, todavía te quiero,
me gusta sentirte mientras me abrazas.
-La Dama de los Cuervos-
04-11-2011 (16:12h.)
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